Lánzate al cambio

El pasado jueves 7 de mayo tuvo lugar la tercera sesión <<On The Edge>>, donde se abordó un tema de plena actualidad que nos preocupa a todos: ¿qué nos espera después del COVID-19? Para esta ocasión nos acompañaron cinco grandes expertos de diferentes áreas, Ana Jover, José María Guaita, Yves Henry Gomrée, Sonsoles Frontera y José Luís Úbeda.

Todos ellos coincidieron en que el COVID-19 nos ha golpeado tanto a nivel económico, como social y personal. Estamos ante una nueva realidad donde el guion lo vamos a tener que ir escribiendo nosotros día a día.

En este blog me centraré en cómo me va a afectar esta nueva circunstancia como alumna de un Máster en Business Management que en un futuro muy próximo quiere incorporarse al mercado laboral.

¿Cómo afrontar esta nueva realidad? ¿Cuáles van a ser los nuevos modelos de negocio? ¿Qué competencias va a demandar el nuevo mercado?

En las próximas líneas hago un repaso de los aspectos que se comentaron a lo largo de la sesión y que considero que son esenciales en estos momentos de cambio.

Creatividad

El escenario inmediato ha cambiado, y esto exige un cambio de mentalidad, un romper con lo habitual, desarrollando otros modos de pensar más creativos que nos permitan hacernos visibles en estos momentos de escaso contacto social. Además, el COVID-19 nos ha dejado claro que la incertidumbre va a ser nuestra nueva compañera de viaje. Una amiga que infunde miedo, nos paraliza y limita a la vez que nos resta frescura y energía.  Pero ¿cómo lidiar con una compañera así? Quizás vayamos a necesitar grandes dosis de creatividad, desarrollar el pensamiento lateral y salir de la zona de confort.

Crisis también es oportunidad

Es evidente que las empresas van a entrar de lleno en la era digital, ofreciendo nuevas oportunidades y puestos de nueva creación. Es decir, se va a abrir un abanico de posibilidades que como generación millennial o Z que somos juega a nuestro favor. Para aprovecharlo al máximo es fundamental ampliar nuestro campo de visión, dedicar este momento a invertir en nosotros mismos adquiriendo nuevas competencias tanto a nivel profesional como personal.

Buscar el sentido de lo que quieres ser

Dentro de esta vorágine va a ser vital mantener el foco en lo que quieres lograr, en cómo te gustaría que fuera tu vida, sin pensar si las cosas son fáciles o difíciles, posibles o imposibles, porque lo que cuenta es si lo quieres conseguir o no. Si queremos dirigir nuestras vidas tenemos que tomar el control de nuestras acciones diarias, lo mejor es concentrarse en el proceso y olvidarse del plazo en el que quieres ver los resultados. Para ello, tendrás abrir un espacio interior y preguntarte qué habilidades necesitas para alcanzar lo que te has propuesto. Formular tu foco en positivo, de manera clara y concisa, sin olvidar que debe estar orientado a la acción.

Marca personal

Los nuevos canales de comunicación que se han abierto exigen ser conscientes de lo que proyectamos hacia el exterior. Tal y como mencionó Ana Jover en la sesión, hemos de aprender a desenvolvernos delante de la cámara y mostrar nuestra mejor imagen transmitiendo confianza y seguridad.

Pero saber venderse a uno mismo requiere un gran trabajo previo de autoconocimiento tanto para identificar nuestros puntos débiles como nuestras cualidades, habilidades y talentos más potenciales que marcan la diferencia con los demás. De ahí, la importancia de diseñar nuestra propuesta de valor, de ser capaces de poner en valor lo que hacemos y representar lo que nos diferencia ya que eso, como consecuencia, nos posiciona como opción preferente en el contexto profesional.

Recordemos que todos somos prescindibles, pero también somos únicos, irrepetibles e irremplazables; y estos valores se multiplican con nuestra capacidad de hacer brillar el camino que marcan nuestras huellas y a las personas que lo transitan.

Perseverancia

Las historias de éxito espontáneo se han convertido en un mito urbano, olvidando que detrás de ese éxito hay un esfuerzo constante. Por ejemplo, cuando miramos el Instagram de una persona que ha triunfado solamente vemos el éxito. ¿Pero qué hay detrás de todo eso? Es lo mismo que ocurre con la imagen del iceberg que solamente vemos el pico, cuando la parte más importante está oculta: el esfuerzo y la constancia.

Resiliencia

Desarrollar la capacidad de adaptarse a cualquier momento, tiempo y circunstancia, así como recuperarse de los contratiempos, nos va a permitir seguir adelante sin desanimarse cuando las cosas no funcionan como lo esperábamos.

Sonreír, sonreír y sonreír

La vida en ocasiones no es justa, tampoco lo es el escenario actual, ya que no nos da todo aquello que nos gustaría recibir o tener en el momento que deseamos. Pese a ello hay que mantener una actitud positiva, considerar los contratiempos como algo temporal, ver las dificultades como desafíos, los fallos y errores como lecciones, no como algo negativo. En definitiva, toda situación por muy mala que sea tiene aspectos positivos, por lo que tener una perspectiva sana de la situación hace que puedas tomar decisiones acertadas de las que no te tengas que arrepentir.

Saber encajar el «no»

En esta búsqueda activa de trabajo el “no” va a formar parte del proceso, esto implica que vamos a tener que aprender a lidiar con él. Pero no por recibir una respuesta negativa vamos a desanimarnos o dejar de creer en nosotros mismos. Hay que seguir soñando y perseguir aquello que verdaderamente queremos con ilusión y determinación, pensando que todo está al alcance si ponemos todo nuestro empeño en lograrlo. Esto queda muy bien reflejado en la fábula del pez depredador que mencionó José Luís Úbeda en la sesión: no hay que parar de luchar porque puede que en el último intento esté el éxito.

Para despedir el artículo me gustaría compartir con vosotros esta cita:

“El éxito no está en vencer siempre, sino en no desanimarse nunca”.

Napoleón Bonaparte.